CUIDADO CON LA INFLACIÓN
Estos
últimos meses estamos viendo una importante escalada de la inflación en muchos
países alrededor del mundo.
El
significado de inflación es la reducción del valor del dinero o el incremento
del nivel general de precios. Cuando la cantidad de dinero de un país crece más
deprisa que la producción de ese país, entonces el precio medio aumentará por
la creciente demanda de bienes y servicios. También puede deberse a que el
incremento en los costes de las materias primas o en los costes de producción
se trasladen a los precios de los productos por lo que los consumidores finales
acabarán pagando más.
LOS DATOS (mayo 2020 – abril 2021)
Una
de las causas es el encarecimiento de la energía. Volver a arrancar las
máquinas por el parón del Covid-19 está provocando un mayor demanda y consumo
de energía.
Por
otra parte las elevaciones en los precios pueden alimentar negociaciones al
alza de los salarios que, a su vez, alimenten elevaciones empresariales de los
precios para mantener los márgenes empresariales. En el año 2019 la tasa de
paro en los Estados Unidos era apenas de un 4%. Es decir que prácticamente la
totalidad de las personas que querían trabajar, encontraban trabajo. Si estamos
volviendo a aquella normalidad las empresas que quieren contratar trabajadores,
dado que la oferta es escasa por la baja tasa de paro, para conseguir buenos
trabajadores deberán ofrecerse altos salarios lo que provoca o puede provocar
que esos mayores costes se trasladen a los precios incrementando el índice.
Otra
causa está siendo las políticas fiscales y monetarias tan expansivas que como
consecuencia de la pandemia se han traducido en un fuerte incremento de los
pasivos en dólares y euros.
LAS EXPECTATIVAS
Existe
el riesgo de que las expectativas sobre cual vaya a ser la reacción de la
Reserva Federal en Estados Unidos o el Banco Central en Europa acaben
consolidando una inflación elevada. Los inversores mantienen la confianza en
que los bancos centrales seguirán tratando de estabilizar el valor de las
monedas con el objetivo de alcanzar como promedio el 2% de inflación por lo que
si se continúa con estos elevados índices de inflación se adoptará una política
monetaria contractiva (menos emisión de moneda) y mayores tipos de interés. Tanto
en Estados Unidos como en Europa el tipo de interés de referencia está situado
en el 0%. Pero ¿y si no fuese así?.Si
los inversores empiezan a temer que tanto la Reserva Federal como el Banco
Central Europeo no subirán los tipos de interés para no perjudicar a las
políticas fiscales expansionistas (mayor gasto público) puede provocar que la
calidad de esas monedas como reserva de valor se vea perjudicada y la
consecuente caída de su demanda alimente la inflación.
EN ESPAÑA
Para
los países que como España tienen una elevada Deuda Pública, en nuestro país el
125% sobre el PIB (es decir 1,39 billones de euros) no cabe duda de que un
incremento en los tipos de interés de referencia provocaría un incremento en
los tipos de interés a pagar en la emisión de esa deuda lo que podría situar a
España tal y como ya sucedió en el año 2012 con una elevada prima de riesgo y
otra vez al borde del rescate. Al incrementarse los tipos de interés de
referencia, los establecidos por los bancos centrales, los inversores quizá
prefieran invertir en activos que, al tener una rentabilidad nula (tipo de
interés 0%), no eran atractivos, pero que ahora puede que si lo sean y los
prefieran a comprar deuda, provocando una subida, como decíamos, en los tipos
de interés en la emisión de nueva deuda y en la prima de riesgo.
EN CONCLUSIÓN
Todavía
es pronto para saber si estos bríos inflacionistas han llegado para quedarse.
En principio la fuerte reactivación económica está suponiendo una elevación de
los precios energéticos. Los estímulos monetarios para que la economía no
decaiga regándola con millones de dólares y euros, pueden actuar como producto
altamente inflamable ante esa chispa inflacionaria amenazante por los motivos
señalados.
Y ni
que decir tiene que para España puede llegar a ser una muy mala noticia por esa
alta deuda que año tras año desde el
2008 no ha parado de crecer poniendo en peligro el estado del bienestar.
Debemos
estar muy atentos.
Juan Bonilla, membre del Col·legi d’Economistes
de Catalunya i col·laborador en temes econòmics del grup municipal Veïns per
Sant Feliu.
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