En nuestra época reciente las pandemias de gripes y peste hasta este momento habían sido atajadas por los adelantos científico-técnicos, por los modernos recursos sanitarios y también por el alto nivel medioambiental conseguido en nuestra sociedad, pero, hemos de recordar que en la historia de la humanidad hemos pasado por situaciones como: La peste negra que convirtió el siglo XIV y siguientes en una larga etapa de millones de muertos o la gripe, mal llamada, “como la española”, que asoló el mundo en los años 1918 y siguientes…
Hay algunas constantes de las pandemias anteriores que contienen características similares con el actual coronavirus:
1º). Es un enemigo invisible de enorme movilidad y trasmisión.
2º) Es una enfermedad mortífera sin que haya medicamentos para curarla.
3º) Es una amenaza para todas las personas, aunque tiene mayor virulencia sobre personas mayores y/o de limitadas defensas.
4º) Es de gran incertidumbre por la desconfianza de cómo se produce su contagio.
5º) Es de muy difícil explicación, lo que genera interpretaciones diversas y variadas sobre cual es su naturaleza y como se ha producido su inicio.
España está siendo el lugar de mayor mortalidad por el número de habitantes, lo que demuestra, que los procedimientos gestionados a nivel gubernamental no han sido los correctos: la tolerancia e incluso el impulso de grandes concentraciones; la falta de las condiciones de seguridad de los profesionales de la sanidad para desarrollar su expuesto trabajo; la falta de transparencia informativa sobre el total de las muertes… son algunos de los factores objetivos que nos están llevando al panorama actual.
Sí que conocemos la enorme soledad, sufrimiento y estragos que ha generado este coronavirus en las personas afectadas y las condiciones en las que los familiares han tenido que soportar su hospitalización, las medidas de las despedidas de sus seres queridos en los entierros. Una situación que tiene y continuará teniendo consecuencias de duelo y psicológicas en el devenir de un largo periodo de tiempo.
Las administraciones, los grupos municipales, las entidades sociales y toda la sociedad hemos de ser sensibles ante éste sufrimiento y desarrollar actos institucionales e iniciativas de apoyo y solidaridad con familiares amigos y vecinos.
La nueva realidad económica, social y política en España.
Es complejo conocer hoy el nuevo escenario social, económico y político que nos dejará el covid-19. Pero estudiosos de organismos oficiales solventes nos indican que el PIB (Producto Interior Bruto) de España se puede situar en
Un déficit de entre el 7 al 10%; que la deuda puede estar en el 108% del PIB; que el endeudamiento puede acercándose a 120%. Del PIB.
Sin valorar la mayor o menor precisión estos datos, lo que si percibimos es el desplome de los sectores más dinámicos de nuestra economía que están generando una perspectiva desoladora y que puede destruir los complejos equilibrios sociales y políticos de España.
Conocemos por experiencias recientes e históricas que todas las situaciones de crisis a quien afectan en primer lugar son a las personas y sectores más desfavorecidos de la sociedad: jóvenes y mujeres de baja cualificación profesional; parados de larga duración; mayores de 53 años; jubilados con pensiones reducidas.
La nueva realidad en Sant Feliu.
Sufrimos y padecemos, en el bien, y, en el mal, el encuadre general antes descrito. Es por tanto necesario estudiar con rigor las variables de la nueva situación para contribuir en el análisis, en las propuestas y sobre todo en las decisiones económicas, sociales y políticas en nuestra ciudad.
La economía de nuestro Ayuntamiento permite afrontar políticas de choque de tipo social y también de reactivación económica.
Los datos más relevantes de la Liquidación del Presupuesto del ejercicio 2019 son los siguientes:
• El resultado presupuestario positivo ha sido de 1.655.049€.
• El Remanente de tesorería es de 4.210.839€.
• El endeudamiento es de 15.367.839€, el 36,34%, (habiendo reducido en 1.823.548 € respecto al año 2018).
Los incrementos de impuestos para este año 2020 permiten contemplar políticas expansivas manteniendo el equilibrio económico siempre que se controlen y en algunos casos se reduzcan los gastos ante las nuevas y mayores necesidades, antes mencionadas.
Otra de las variables importantes es el nivel de desempleo en nuestra ciudad que es del 8,04 %, (1.880 personas), que aún siendo muchísimas, es inferior al general de la comarca que es el 9,81%; el de Catalunya que es el 10,87%; o el de España que es el 13,6%. (Recordemos que el paro en los jóvenes supone el 30,91 % del general).
Es preciso estudiar en profundidad las nuevas condiciones y las necesidades concretas de personas individuales, de las familias, la debilidad de los autónomos, los comercios y las empresas para ayudar en todo lo posible para mantener en las mejores condiciones la vida de las personas, el mantenimiento de la actividad económica y los puestos de trabajo.
Son precisos también cambios significativos en la organización política del Ayuntamiento. La nueva situación exige unidad de acción de todos los grupos políticos y son muy importantes
Los acuerdos sobre el punto anterior, el consenso político en las modificaciones de créditos económicos, en la gestión y funcionamiento municipal, y, estos cambios exigen un gobierno municipal donde la Junta de Portavoces sea (mientras exista la situación de crisis), el colectivo de dirección política del Ayuntamiento y la ciudad para definir y realizar un Plan Unitario de Ciudad de las fuerzas sociales y políticas.
Silvestre Gilaberte.
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