Una empresa por orden
gubernamental cierra completamente sus puertas durante un tiempo. ¿Qué ocurre? La
empresa deja de facturar. Los trabajadores de la empresa dejan de percibir sus
salarios, la empresa deja de tener beneficios y el sector público dejar de
percibir ingresos por los menores impuestos empresariales y por los menores
impuestos de la renta de los trabajadores (Impacto económico directo de la orden
gubernamental) Como que se reducen esos ingresos el gasto en consumo e
inversión también decrece (Impacto inducido). Si esto lo
multiplicamos por múltiples empresas de diferentes sectores que dan trabajo a
una cantidad importante de trabajadores, el impacto económico es realmente
importante. Y esto es así porque los sectores se interrelacionan unos con
otros, todos son proveedores de todos y todos son demandantes de todos.
Esta reflexión es un
extracto de las conclusiones a las que llega un trabajo de la Universitat de
Valencia fechado el 31 de mayo de 2020. El informe valora el impacto en el PIB
a finales de año en una caída del 10, 50% teniendo ya en cuenta las medidas
económicas expresadas en el Plan de Estabilidad del Gobierno .Y en el empleo se
prevé una reducción en términos de Encuesta de Población Activa (EPA) de 2,286
millones de ocupados dejando la tasa de paro en el 24,2 %.
Otro informe, éste del Banco
de España, prevé una caída del PIB en un 11,6% en un escenario de recuperación
gradual, que quizá sea el más lógico, dadas las circunstancias.
La tasa de paro es algo
menor es este estudio, la deja en un 19,6% pero sigue siendo una tasa muy alta.
Y como se aprecia la recuperación en el año 2021, del 9,1 %, es inferior a la caída
del año 2020 y con una tasa de paro importante. Y eso en el supuesto de que no
haya episodios con repuntes sustanciales de nuevas infecciones que requieran de
nuevos confinamientos pues en ese escenario de riesgo el retroceso del PIB
podría alcanzar el 15,1 %.
Ante esos escenarios
Gobierno de la Nación, Comunidades Autónomas y Entes Locales no pueden bajar la
guardia. Los estímulos a la economía deben seguir. Se debe continuar con el
diálogo con empresas, comercios, autónomos,… Se están dando pasos, no cabe
duda, pero hay que seguir y aunar esfuerzos y ser proactivos en las políticas
y/o decisiones que estén a nuestro alcance. Y los ayuntamientos que son los
organismos más cercanos a los ciudadanos deben tomar medidas para paliar esos impactos
inducidos que reducen el gasto y la inversión. Y lo repetimos una y
otra vez pero la batalla no está ganada y las proyecciones así lo avalan.
El ayuntamiento de
Viladecans, por ejemplo, ha puesto en marcha el Plan de Reactivación Local a
través de 3 consejos: Consejo Económico y Social, Consejo Municipal de
Servicios Sociales y Consejo Municipal de Educación dotado de 4 millones de
euros y lo ha hecho reasignando partidas presupuestarias y priorizando el
gasto, estableciéndose 134 medidas para paliar la crisis sanitaria.
Nuestro ayuntamiento en
fecha 14 de mayo aprobó por unanimidad un Pacto de Ciudad, perfecto. Pero tal y
como manifiesta el grupo municipal Veïns per Sant Feliu las propuestas que allí
se determinaron deben ponerse en funcionamiento de forma inmediata y algunas de
forma prioritaria si no queremos que la situación continúe deteriorándose. Y
por supuesto hacer un seguimiento de las medidas tomadas no con la finalidad de
fiscalizar la prestación otorgada, sino con el ánimo de optimizar los recursos
destinados al fin propuesto
Juan Bonilla, membre del Col·legi d’Economistes de Catalunya i col·laborador en temes econòmics del grup municipal Veïns per Sant Feliu.
Juan Bonilla, membre del Col·legi d’Economistes de Catalunya i col·laborador en temes econòmics del grup municipal Veïns per Sant Feliu.
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